Se hizo un trabajo de hormigas para descartar las membranas: habían quedado en el hall de entrada y como estaban tan podridas comenzaron a emanar un fuerte olor. Había que sacarlas si o si, y eso se logró una vez más aunando fuerzas y voluntades.
Como no se consiguió que la empresa recolectora de residuos (Integra) ni la planta de tratamiento de los mismos (Ceamse) se hiciera cargo del asunto y como el consorcio no cuenta con un fondo de reserva para afrontar gastos extras y asi pagar a una empresa privada para que retire los residuos, entre varios vecinos pudimos deshacernos de los desperdicios, llevándolos a unos contenedores para reciclables ubicados del otro lado de la Av. Gaona.
Agradecimientos:
- A Daniel que gestionó una solución con el Ceamse, aunque sólo recibió respuestas negativas
- A Maricel que lo intentó por su parte con la empresa Integra, recibiendo también respuestas negativas
- A Mónica que puso a disposición su vehículo para el traslado de las membranas viejas (y podridas)
- A Roberto y a Martín R que fueron cargando el vehículo con los desperdicios y descargando los mismos en los contenedores.
Fue así que en cuatro viajes nos deshicimos finalmente de esos desperdicios.
La bomba vieja que era de plástico, ya estaba podrida, se le había roto el flotador por lo tanto no cortaba el automático y esto provocaba cortos y hacía saltar los fusibles.
La bomba nueva ya instalada es toda de acero inoxidable lo que le da una mayor vida útil.
